sábado, 31 de enero de 2009

París


Oh là là, Paris, la éternelle ville de l'amour!

Pues bueno, como habréis podido deducir voy a hablar de París, la ciudad que más me ha gustado de todas las que he visto después de Roma.

París es la capital de Francia, situada al norte del país y atravesada por el Sena, cuenta aproximadamente con 2.167.000 habitantes.

Comencemos con su historia:
Fue fundada aproximadamente en el 250 a.C por los galos, que la ocuparon hasta el 52 a.C; año en el que la sitiaron los romanos. En el 508 d.C, tras expulsar a los romanos de Francia, París toma su nombre actual y es convertida en capital del imperio franco por Clodoveo.
A finales del siglo XVIII (lo sé, ha habido un gran salto, pero hay que abreviar) se inicia en la Bastilla la Revolución francesa. Napoleón la mantuvo como capital y realizó en la ciudad una importante transformación, ya que quería que la capital de su imperio fuera la más moderna del mundo: demolió gran parte de la ciudad medieval y se crearon edificios grandes y modernos, el más destacado la maravillosa y rococó Ópera Garnier; además Napoleón también construyó el Arco del Triunfo, en el que figuran los nombres de todas las ciudades que conquistó (y entre las que se incluyen mi querida Zaragoza).
Durante la segunda mitad del siglo XIX, París fue sede de varias exposiciones universales y, como consecuencia de una de ellas (la de 1889), se construyó la archiconocida torre de comunicaciones Torre Eiffel.
En 1940 la ciudad fue tomada por el ejército alemán de la Segunda Guerra Mundial, que la abandonaron cuatro años después.

Bueno, tras repasar un poco su historia voy a lo que interesa; sus monumentos y lugares más bellos:
- La Torre Eiffel: ¿Cómo no hablar de ella?. Pues como he dicho antes esta gigantesca torre de 400 metros (diseñada por Gustave Eiffel, de ahí su nombre) fue construida debido a la expo de 1889 y, aunque en teoría debió ser demolida tras la expo (ya que era una torre de comunicaciones) tuvo tanto éxito que se mantuvo en pie y hoy en día sigue tan majestuosamente en pie.

- La catedral de Nôtre Dame: es la catedral de París. Lo que más me gusta de ella son sus vidrieras. También dicen que hay unas hermosas gárgolas (aunque yo no las vi).

- El Arco del Triunfo: que como también he dicho antes fue construido por Napoleón, y en él están escritas todas las ciudades que este hombre conquistó.

- El Moulin Rouge: que era ni más ni menos que un burdel; pero a mí me gustó su fachada con forma de molino rojo (como su nombre indica) que es, como mínimo graciosa.

- El museo d'Orsey: un bonito museo creado en la década de los 80.

- El museo del Louvre: un ENOOOOOOORME museo que os dejará anonadados; es imposible verlo entero en una sola visita, pero yo lo gocé en mi parte favorita: la del antiguo Egipto, ¿cómo no?, en la que incluso hay momias.

- Le Sacre Coeur: una iglesia situada a lo alto de una colina a la que, afortunadamente, se puede subir en telecabina.

Y me dejo para el final lo mejor, lo que más me impresionó:

- La estupenda, maravillosa, esplendorosa, magnífica, bella, majestuosa y, sobre todo, rococó, muy rococó Ópera Garnier. Es un impresionante edificio muy bien decorado que me encantó; además tras sus escaleras se encuentra el morbo de si el Fantasma de la novela de Gaston Leroux, Erik, pudo haberse escondido o no en algún misterioso pasadizo tras las paredes de esta magnífica obra.


Bueno, termino ya dejando os, como siempre, con la bandera de la ciudad.

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